Ana Mª Matute, Premio Cervantes
Ana María Matute ha sido galardonada hoy con el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2010. Este Premio es un éxito de la literatura en general, pero también de la infantil y juvenil y de la fantástica. La escritora es académica de la Real Academia desde 1996.
Para hacernos una idea de lo que toca este premio a la literatura para niños y jóvenes basta con saber que Ana María Matute obtuvo en 1965 el Premio Lazarillo por El polizón de Ulises, y en 1984 el Premio Nacional de literatura infantil y juvenil por Solo un pie descalzo. Además, ha publicado muchos libros dirigidos a ese público, entre otros: Los niños tontos, Tolín, Cuentos de infancia, Todos mis cuentos, El verdadero final de la Bella Durmiente, La oveja negra, Leyendas apócrifas, El árbol de oro y otros relatos, Carnavalito, El aprendiz, El saltamontes verde, Caballito loco, Libro de juegos para los niños de los otros, Paulina, El país de la pizarra.
Y para hacernos una idea a su vez de lo que la fantasía representa para ella, no hay más que leer su discurso de ingreso en la Real Academia Española, llamado En el bosque, del que extraigo algunas frases:
Otra vertiente de la obra de Carmen Conde que desearía recordar aquí es su producción destinada a los niños. Recuerdo sus libros de cuentos —como Doña Centenita, gata salvaje o Los enredos de Chismecita— y sus obras de teatro —Aladino, A la estrella por la cometa—, que encandilaban a los lectores más jóvenes con su sensibilidad, su ternura y su encanto.
El momento en que Alicia atraviesa la cristalina barrera del espejo, que de pronto se transforma en una clara bruma plateada que se disuelve invitando al contacto con las manitas de la niña, siempre me ha parecido uno de los más mágicos de la historia de la literatura.
Porque el bosque (..) era mi lugar. Allí aprendí que la oscuridad brilla, más aún, resplandece; que los vuelos de los pájaros escriben en el aire antiquísimas palabras, de donde han brotado todos los libros del mundo.
¿acaso nuestros sueños, nuestra imaginación no forman parte también de nuestra realidad?
Escribir, para mí, ha sido una constante voluntad de atravesar el espejo, de entrar en el bosque.
Escribir es para mí recuperar una y otra vez aquel día en que creí que podría oírse crecer la hierba.
Visto en http://lij-jg.blogspot.com/2010/11/ana-maria-matute-premio-cervantes-2010.html
Para hacernos una idea de lo que toca este premio a la literatura para niños y jóvenes basta con saber que Ana María Matute obtuvo en 1965 el Premio Lazarillo por El polizón de Ulises, y en 1984 el Premio Nacional de literatura infantil y juvenil por Solo un pie descalzo. Además, ha publicado muchos libros dirigidos a ese público, entre otros: Los niños tontos, Tolín, Cuentos de infancia, Todos mis cuentos, El verdadero final de la Bella Durmiente, La oveja negra, Leyendas apócrifas, El árbol de oro y otros relatos, Carnavalito, El aprendiz, El saltamontes verde, Caballito loco, Libro de juegos para los niños de los otros, Paulina, El país de la pizarra.
Y para hacernos una idea a su vez de lo que la fantasía representa para ella, no hay más que leer su discurso de ingreso en la Real Academia Española, llamado En el bosque, del que extraigo algunas frases:
Otra vertiente de la obra de Carmen Conde que desearía recordar aquí es su producción destinada a los niños. Recuerdo sus libros de cuentos —como Doña Centenita, gata salvaje o Los enredos de Chismecita— y sus obras de teatro —Aladino, A la estrella por la cometa—, que encandilaban a los lectores más jóvenes con su sensibilidad, su ternura y su encanto.
El momento en que Alicia atraviesa la cristalina barrera del espejo, que de pronto se transforma en una clara bruma plateada que se disuelve invitando al contacto con las manitas de la niña, siempre me ha parecido uno de los más mágicos de la historia de la literatura.
Porque el bosque (..) era mi lugar. Allí aprendí que la oscuridad brilla, más aún, resplandece; que los vuelos de los pájaros escriben en el aire antiquísimas palabras, de donde han brotado todos los libros del mundo.
¿acaso nuestros sueños, nuestra imaginación no forman parte también de nuestra realidad?
Escribir, para mí, ha sido una constante voluntad de atravesar el espejo, de entrar en el bosque.
Escribir es para mí recuperar una y otra vez aquel día en que creí que podría oírse crecer la hierba.
Visto en http://lij-jg.blogspot.com/2010/11/ana-maria-matute-premio-cervantes-2010.html
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