El cabezón de mercator
Para tener en cuenta con nuestras enseñanzas en geografía:
No, el viejo Mercator no era un cabezón, al menos que sepamos, pero su forma de ver el mundo puede crear verdaderos cabezones y hasta dolores de cabeza, veamos. La proyección de Mercator ha calado tanto en la mente de occidente, y en realidad en la de casi todo el mundo, que es admitida por muchos como la “versión correcta” dentro de los mapamundis. Lo malo del caso es que, a fuerza de ser repetida en miles de mapas a lo largo de la historia, es difícil hacer ver que las deformaciones introducidas por la proyección de Mercator son grandes, y lo que es peor, cuando se mencionan alternativas como laproyección de Gall-Peters, muchas veces el resultado es un sonoro “¡vaya mapa más feo!”. Por eso, esta lámina que procede del clásico Elements of map projection puede ser de mucha utilidad. Véase el cabezón de abajo a la derecha, deformado siguiendo una proyección de Mercator.
Hay muchas críticas a la escala de Mercator, ya que por ejemplo América del Norte aparece sobredimensionada. Hay estudios que se han hecho en escolares en Colombia, los cuales han revelado como la escala Mercator condiciona la visión del mundo y el aprendizaje de los estudiantes, e incluso se ha estudiado el efecto que se produce cuando se invierte el mapamundi Mercator y América del Sur queda invertida en la parte superior y América del Norte queda en la parte inferior.
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