Ejercicios desaconsejados en EF
En torno al concepto de salud nace la educación para la salud, entendida como un proceso de información y responsabilización del individuo, con el fin de que adquiera hábitos, actitudes y conocimientos básicos para la defensa y la promoción de la salud individual y colectiva (Bañuelos, 1996). Se trata de una combinación de actividades de información y educación que conduzca a una situación donde las personas deseen estar sanas, sepan cómo alcanzarla y hagan lo que puedan a nivel individual y colectivo para mantener la salud, buscando ayuda cuando la necesiten (López Santos y cols., 1991).
Esta concepción, en las clases de Educación Física (E.F.) y en la práctica autónoma de ejercicio, hasta hace unos años y bajo una concepción educativa, no era frecuente verla explicitada en las programaciones de aula.
Hoy día, desde una perspectiva general acerca de la Educación Física y salud, ya es frecuente la presencia de unidades didácticas, innovaciones curriculares, etc., en las programaciones de los profesionales de la enseñanza de la Educación Física.
Una de las razones de que ésto haya ocurrido es el tratamiento de importancia que la Ley orgánica general del sistema educativo (L.O.G.S.E.) otorga a los objetivos y contenidos relacionados con la salud.
Así por ejemplo, en Enseñanza Secundaria obligatoria (M.E.C.), el objetivo de Etapa 1 (R.D. 1006/1991) se relaciona con la salud puesto que pretende que el alumnado conozca y comprenda los aspectos básicos del funcionamiento del propio cuerpo, de las consecuencias para la salud individual y colectiva de los actos y decisiones personales, valorando los beneficios que suponen hábitos correctos al realizar ejercicio físico…”.
En cuanto a ejercicios desaconsejados, bajo este objetivo sería conveniente conocer ciertos conceptos muy básicos respecto al movimiento debe enseñarse a nuestros alumnos.
Se matiza en los objetivos de área de E.F., algunos de los cuales están directamente relacionados con la salud. El objetivo 1 (R.D. 1006/1991) pretende que el alumno “conozca y valore los efectos que tiene la práctica habitual y sistemática de actividades físicas en su desarrollo personal y en la mejora de las condiciones de vida y de salud”.
Este objetivo lo podemos relacionar con el aprendizaje de posturas y ejercicios adecuados, valorando un trabajo apropiado de elasticidad y fortalecimiento muscular, así como la toma de conciencia corporal, tanto en situación estática como en situación dinámica (Rodríguez y cols., 1998), evitando esfuerzos y ejercicios inadecuados.
El objetivo 4 (R.D. 1006/1991), por su parte, persigue que el alumno pueda: “ser consecuente con el conocimiento del cuerpo y sus necesidades, adoptando una actitud crítica ante las prácticas que tienen efectos negativos para la salud individual y colectiva…”.
El alumnado no sólo debe conocer, sino adquirir la capacidad de posicionarse con autonomía a la hora de elegir sus ejercicios y establecer su adecuación al objetivo propuesto bajo un enfoque de salud...
Artículo visto en maixua.com
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